Mientras el hombre más se niegue a sí mismo, ...
Si ahora nos sucede mal, no será así siem...
La adversidad tiene el don de despertar talen...
Mientras tenga razón no encontraré nada compa...
Somos engañados por la apariencia de la ve...
Todo el arte no pasa de ser una imitación de ...
Pobre en medio de tantas riqu...
No es posible que puedan agradar ni perdurar ...
Lo que hace falta es tratar de someter a las ...
Hay poca diferencia entre el valor oculto y l...
La cólera es una locura bre...
El cuerpo sufre por los excesos, también el á...
A los que mucho desean, más les falta; es más...
El que obtiene lo que le es suficiente, no de...
Apresúrate siempre hacia la soluci...
Es bueno hacerse el tonto en alguna ocas...
En ocasiones, el temor a una falta hace caer ...
El placer que acompaña al trabajo pone el olv...
¿Por qué, siendo tan breve la vida, nos lanza...
Al hombre justo y tenaz en sus propósitos ni ...
El que comienza una cosa ya tiene hecha la mi...
La falsa honestidad de los hipócritas es la q...
¿Para qué fatigas el espíritu débil con proye...
Desprecia lo que desea; vuelve a lo que ha de...
¿Para qué sirven las leyes sin las costumb...
Todo el universo se estremece ante un fruncim...
La pálida muerte llama con el mismo pie a las...
La palabra dicha no se reco...
El perfume se guarda en cuernos de rinoce...
Una pintura es un poema sin pala...
El placer que acompaña al trabajo pone en olv...
En materia de versos no hay mediocridad, los ...
Raza irritable de poet...
Coge el día presente y fíate lo menos posible...
Las muchas promesas disminuyen la conf...
Mezcla a tu prudencia un grano de lo...
La resignación alivia todos los males sin rem...
¿Qué hay que prohíba decir la verdad rien...
Salvar a un hombre contra su voluntad es casi...
Aquellos talentos que en la prosperidad están...
No hagáis intervenir a un dios sino cuando al...
¡Trabaja! Si puedes, trabaja bien; en caso co...
Que no tenga otro techo que el firmamento; qu...
Aquellos que viajan al extranjero encuentran ...
Nadie nace libre de vicios; y el hombre más p...
¿A quién no le hicieron elocuente las cop...
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