El verdadero momento en que una mujer deja de...
Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego par...
Al verdadero amor no se le conoce por lo que ...
No hay sentimiento que valga; el amor es una ...
El verdadero cariño no es el que perdona nues...
El amor es como Don Quijote: cuando recobra e...
Amar a muchas mujeres quizá no nos enseñe a c...
El amor es como el fuego; suelen ver antes el...
La vida es un enigma; el arte es su revelació...
En arte, la inquietud es lo perecedero; la se...
Es más fácil ser genial que tener sentido com...
Tan duro es para una mujer ser excepcionalmen...
Cuando de una persona se dice que es muy buen...
La vida nos dice en sus lecciones que, alguna...
A nadie le importará que no hagas bien a nadi...
En la vida sólo lo que se hace por bondad pod...
La alegría de hacer el bien está en sembrar, ...
Dios castiga en los hijos las culpas de los p...
La casualidad es un desenlace, pero no una ex...
Por la inteligencia rara vez nos ponemos de a...
Cuando alguien cumple con su deber, no debe p...
Nadie puede decir que se conoce a sí mismo si...
El dinero no puede hacer que seamos felices, ...
La disciplina consiste en que un imbécil se h...
El dolor no puede medirse por la causa, sino ...
Nadie aprende a vivir por la experiencia ajen...
La cultura es la buena educación del entendim...
Desconfíe de los que dicen «si no fuera por l...
El egoísmo y la vanidad no se ven nunca satis...
El único egoísmo aceptable es el de procurar ...
El público comprende siempre cuando se le emo...
Si se ha de ser una presa, al fin y al cabo, ...
En cualquier caso de la vida no puede haber m...
Algunos escritores aumentan el número de lect...
No hay más aliñado que el desaliño conscien...
Si somos fatalistas, seámoslo como cierto suj...
La fe y la admiración son muy amables formas ...
La felicidad es mejor imaginarla que ten...
No eres ambicioso: te contentas con ser f...
Desconfiemos siempre de los que nos creen cap...
¡El genio!… alguien ha dicho que era una gran...
Casi todos los grandes capitalistas y nobles ...
No debe despreciarse ninguna ocasión de apare...
Una cosa es continuar la historia y otra repe...
Una idea fija siempre parece una gran idea, n...
¡Bienaventurados nuestros imitadores, porque ...
Acaso debemos desear que el mal sea insoporta...
Los náufragos no eligen el puer...
Lo peor de la ingratitud es que siempre quier...
Para salir adelante con todo, mejor que crear...
Si la justicia parece venganza, ¿cómo ha de i...
Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos...
Cuando hay que luchar por la vida en condicio...
Lo peor que hacen los malvados es obligarnos ...
Nada más parecido que el mar en calma y la so...
El alma de la mujer ¡qué vale!, si dentro de ...
Cuando al nacerle a una mujer el primer hijo,...
El amor pone siete velos ante nuestros ojos, ...
Para el amor de la esposa, para los amores sa...
¡Permitid, señora conciencia, que nunca falte...
Nada conviene tanto a un hombre como llevar a...
Se comprende que acudan a que la autoridad le...
Todo es pensar en nuestra vida, todo es adiós...
¿Qué mujeres tendrá o habrá tenido en su casa...
El hombre sería el más extraño animal del mun...
De lo que se dice en sociedad, lo que importa...
La música se divide en dos grandes épocas: an...
En cada niño nace la humanid...
En la pelea se conoce al soldado, sólo en la ...
La única aristocracia posible y respetable es...
En cuestión de árboles genealógicos, es mejor...
La noche ha prendido sus claros diamantes en ...
Las mujeres y los políticos odian a todo el q...
Es triste condición de la Humanidad que más s...
Cuando la experiencia del pasado ha servido p...
Todas las madres y todas las patrias nos quie...
Toda pena es grande para un corazón peque...
Nunca se piensa más que cuando parece que no ...
No hay que pensar mal. El mal pensamiento es ...
El más noble orgullo para una mujer, por much...
La mayor miseria de la miseria es que los mis...
En las novelas y en los cuentos se puede poet...
Sólo en el teatro y la política se es joven a...
¡Ay del que no rabia por no violentar una cer...
¿Vale el público más que nosotros para que le...
¡Oh, público, oh público; tu nombre puede ser...
¡La rebeldía es tan hermosa! ¡Fue en el cielo...
Cuando la experiencia de lo pasado ha servido...
Los recuerdos tienen más poesía que las esper...
También las buenas acciones tienen su remordi...
La única revolución posible: meter luz en las...
… Lo de cambiar los nombres sin cambiar las c...
Yo no sé si continuará siendo más fácil que e...
Dicen que me burlo de todo y me río de todo, ...
No hay nada más difícil que saber cuándo debe...
La risa es salud y alegría, y la burla es cru...
¡Pero qué afán de no creer nunca lo más senci...
No hay nada que desespere tanto como ver mal ...
¡Oh, la seriedad! ¡La ropa negra con que se v...
Cuando no se piensa lo que se dice es cuando ...
Nadie confiesa sus culpas si no espera que le...
El lujo de ser mejores que los demás hay que ...
Cuando un autor nos dice que ha vivido su obr...
Todo el mundo es teatro y todos somos en él c...
El día que cada uno fuéramos un tirano para n...
Sólo los pueblos que respetan todas las relig...
Locura y tontería son igualmente disparates; ...
La única tristeza sin consuelo en la vida es ...
No hay triunfador que no sea presa de su tr...
Medio pueblo con odio vale por un pueblo e...
Suprime la vanidad en las mujeres y habrás su...
La vanidad es el feminismo del org...
Todo lo que tiene un valor, puede tener ...
El vencedor no se detiene a contar sus muerto...
Si cada día hallara una nueva verdad en mi es...
¡Y desgraciados los pueblos en que todos quie...
Los hombres han querido someter todas las cos...
¡Quién sabe si cuando creemos imponer más lib...
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